Gracias a las actualizaciones, el control de inventarios y la gestión de la vida útil, todo ello en tiempo real, las empresas pueden hacer un seguimiento de los productos perecederos y adaptar automáticamente los precios en función de sus fechas de caducidad. Con tan solo pulsar un botón, se pueden enviar señales a las ESL y avisar al personal y a los clientes de qué alimentos se ofrecen con descuentos en cuestión de segundos.
Los compradores demandan productos sostenibles y, de hecho, más de un tercio pagaría un 25 % más por ellos. La sostenibilidad impulsa la demanda y la fidelidad de los clientes. Por eso, en todo el mundo, las empresas ya están tomando medidas para implantar procesos y productos más ecológicos.